miércoles, 4 de febrero de 2009






Se puede teorizar, conceptualizar y e incluso ser radical a la hora de decir o definir las cualidades que debe tener una excelente portada. Pero definitivamente el elemento primordial, único, fascinante y que llega a captar totalmente la atención del fururo comprador (así este nunca haya tenido la intención de adquirirla), es el impacto visual. Definitivamente, así nos pongamos tan "conceptuales" a la hora de analizar o en el peor de los casos, criticar, lo más importante es lo que asuma, piense o decida el lector. Podemos matarnos buscando la portada más loca, más transgresora posible o la pensemos que puede convertirse en la envidia de nuestros colegas y el nectar más grande que pueda disfrutar nuestro ego, pero si no le gusta al lector, si no llena sus expectativas, definitivamente NO SIRVE. Así que queridos amigos diseñadores, a no dejar de ser consumidores. A no dejar de ser humanos. A no dejar de sentir y vivir la vida y a darle gusto al consumidor. Es la única manera en que se pueden hacer cosas como estas.